La depresión
tiene una altura media de 200 metros sobre el nivel del mar, lo que destaca con
las grandes elevaciones que la rodean. En la desemboca dura del río está el
delta del Ebro, un espacio protegido con el Parque Natural del Delta del Ebro.
Tiene depósitos de conglomerados marinos y continentales, de gran grosor en los
rebordes montañosos y de menor espesor en el centro de la depresión: areniscas,
margas, yesos, sales y calizas. La variedad en la dureza de los materiales y el
clima árido han dado lugar a diferentes formas de relieve. El río Ebro está
situado sobre la falla entre la península ibérica y el continente europeo
coincidiendo con el lecho de un antiguo mar, posteriormente convertido en lago,
que intermitentemente separaba la isla ibérica, y la península ibérica unida a África,
de Europa.
El espacio configurado por las
comunidades autónomas de la cuenca hidrográfica del Ebro posee muchas
características comunes relacionadas, además de unos rasgos económicos
peculiares que avalan su análisis conjunto.
La depresión ibéña es la
región natural configurada por todos aquellos territorios cuyas aguas desagüan
en el Ebro. No es una región ni una unidad histórico-política ni homogénea en
lo humano ni tampoco conforma una unidad económica. Sin embargo, el río Ebro,
eje vertebrador de todo el conjunto, ha sido asimismo un corredor de
comunicación cuya antiquísima importancia se ha dilatado en el último siglo y
medio de manera simultánea al proceso de industrialización y a la expansión de
los modernos sistemas de transporte, hasta configurar el “eje del Ebro”
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